Decía Aristóteles: enojarse es fácil; lo difícil es enojarse con la persona correcta, en el momento correcto y de la forma correcta. Eso, pienso yo, que es de sabios. Por lo que hoy llegue a la conclusión que estoy lejos de ser sabia..
Muchos enojos acumulados más un mal día, en mi puede causar desastres; y luego un sentimiento de culpa que me invade, pero ya es tarde, ya el perdon no es bien recibido, o tal vez si, nunca lo sabre..
Aquella persona con la cual me enoje y muy fuerte, esa persona fue en la que no pense, si bien debia enojarme si con ella, no era ni el momento ni la forma correcta, mucho menos la medida.
Ahora es tarde... una simple disculpa no basta, un simple perdón no alcanza, no borra todo lo ocurrido...